La historia que cuentan las líneas de mi cara, denotan el sufrimiento por el que he tenido que pasar, pero en realidad...a pesar de todo, mi vida no ha sido tan mala, por lo menos así lo quiero recordar.
La suerte es que con los años, el recuerdo del pasado, se convierte en un anhelo de lo que queremos que nuestro futuro nos traiga...para eso te extiendo mi mano.
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